Ahora mismo, si hay algo importante en mi mente es el Festival de cine español que se esta celebrando en Málaga. Estoy haciendo un reportaje y varias entrevistas para NOVEmagazine, revista que ya publicitaré en su momento por aquí, y la verdad que es una experiencia genial. Pero como no solo de cine español vive el hombre, os dejaré con chuletón americano: Sucker Punch.
Zack Snyder tiene más talento en un travelling horizontal o en un zoom in que muchisimos directores en 120 minutos de película. Esto lo lleva demostrando desde 300 y en Sucker Punch, aunque es de inferior calidad, nos deja muestras del genial director que hay detrás. ¿Y qué nos cuenta el bueno de Zack? Una historía distinta, quizás no muy brillante; pero narrada de una forma sublime.
Desde el comienzo de la película, con la música de Sweet Dreams sonando en la voz de Emily Browning (que interpreta a la protagonista, Baby Doll), ya deja clara las intenciones técnicas. Sin soltar ni usa sola palabra, se nos cuenta como la pobre chica es arrastrada por su padrastro a esa especie de psiquiátrico o internado tras matar por accidente a su hermana.
Realmente, en ese psiquiátrico, y por un dinero extra, se le practicaría una lobotomía. Eso sería en cinco días, los suficientes como para que Baby Doll quisiera escapar de ese lugar. Y las palabras de la terapeuta y bailarina Vera Gorski (Carla Gugino) que allí reside, le ayuda a hacer su plan: dejar volar la imaginación. Baby Doll domina su mente y ella puede hacer de todo mientras que el viejo magnetofón de la señora Gorski esté funcionando.
Pero Baby Doll no estará sola. Contará con la ayuda de Rocket (Jena Malone), Amber (Jamie Chung), Blondie (Vanessa Hudgens) y Sweet Pea (Abbie Cornish). Ellas actuarán mientras Baby Doll hipnotiza a todos con su baile. Lo que pasa que cuando ella baila, su mente se abstrae y encuentra con un anciano (Scott Glenn) que les guía en su misión. Deben encontrar un mapa, una llave, un fuego, un cuchillo y resolver un misterio.
Dentro de las ensoñaciones de Baby Doll se pueden ver escenas de acción impresionantes. Peleas con dragones, con totems, con nazis zombis o, por ejemplo, un grandísimo plano secuencia en una lucha con robots. Todo esto para conseguir escapar de las manos del jefe: Blue (Oscar Isaac). Sin duda este es el plato fuerte y lo que vende la película, una acción impresionante. Porque, seamos sinceros, el argumento no da para mucho más.
Lo que más flojea es el final. Snyder quiere rizar mucho el rizo y queda muy atropellado y confuso. No destriparemos nada aquí, pero parece que ha intentado ser mas listo que el público sin serlo, y además el mismo público se da cuenta.
LO MEJOR: El director que hay detrás del proyecto y sobre todo, escenas de acción que dejan con la boca abierta a cualquiera. Comprendiendo el contexto de esa acción, el público se lo puede pasar en grande.
LO PEOR: El final. La historia tiene mucha lógica y está muy bien hasta cierto punto en el que Zack Snyder quiere sorprender, pero en lugar de eso, te deja pensando en que quería hacer.
NOTA: IMDB: 6,8. Filmaffinity: 6,2. Partido y Peli: 8. Como siempre digo, las notas y las críticas en cine tienen mucho que ver con los sentimientos y el contexto del que ve la película. Y sabiendo a lo que te expones, sabiendo quien dirige, y queriendo ver acción, no se puede elegir mejor película ahora mismo.
Zack Snyder tiene más talento en un travelling horizontal o en un zoom in que muchisimos directores en 120 minutos de película. Esto lo lleva demostrando desde 300 y en Sucker Punch, aunque es de inferior calidad, nos deja muestras del genial director que hay detrás. ¿Y qué nos cuenta el bueno de Zack? Una historía distinta, quizás no muy brillante; pero narrada de una forma sublime.
Desde el comienzo de la película, con la música de Sweet Dreams sonando en la voz de Emily Browning (que interpreta a la protagonista, Baby Doll), ya deja clara las intenciones técnicas. Sin soltar ni usa sola palabra, se nos cuenta como la pobre chica es arrastrada por su padrastro a esa especie de psiquiátrico o internado tras matar por accidente a su hermana.
Realmente, en ese psiquiátrico, y por un dinero extra, se le practicaría una lobotomía. Eso sería en cinco días, los suficientes como para que Baby Doll quisiera escapar de ese lugar. Y las palabras de la terapeuta y bailarina Vera Gorski (Carla Gugino) que allí reside, le ayuda a hacer su plan: dejar volar la imaginación. Baby Doll domina su mente y ella puede hacer de todo mientras que el viejo magnetofón de la señora Gorski esté funcionando.
Mas de uno pediría un videojuego de esta película. Debe ser increíble |
Dentro de las ensoñaciones de Baby Doll se pueden ver escenas de acción impresionantes. Peleas con dragones, con totems, con nazis zombis o, por ejemplo, un grandísimo plano secuencia en una lucha con robots. Todo esto para conseguir escapar de las manos del jefe: Blue (Oscar Isaac). Sin duda este es el plato fuerte y lo que vende la película, una acción impresionante. Porque, seamos sinceros, el argumento no da para mucho más.
Lo que más flojea es el final. Snyder quiere rizar mucho el rizo y queda muy atropellado y confuso. No destriparemos nada aquí, pero parece que ha intentado ser mas listo que el público sin serlo, y además el mismo público se da cuenta.
LO MEJOR: El director que hay detrás del proyecto y sobre todo, escenas de acción que dejan con la boca abierta a cualquiera. Comprendiendo el contexto de esa acción, el público se lo puede pasar en grande.
LO PEOR: El final. La historia tiene mucha lógica y está muy bien hasta cierto punto en el que Zack Snyder quiere sorprender, pero en lugar de eso, te deja pensando en que quería hacer.
NOTA: IMDB: 6,8. Filmaffinity: 6,2. Partido y Peli: 8. Como siempre digo, las notas y las críticas en cine tienen mucho que ver con los sentimientos y el contexto del que ve la película. Y sabiendo a lo que te expones, sabiendo quien dirige, y queriendo ver acción, no se puede elegir mejor película ahora mismo.