Robert Zemeckis, muérete de envidia.
Spielberg en sólo un intento ha logrado lo que él lleva intentando
desde Polar Express, una
película con captura de movimiento que no parezca artificial. Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio
es la consolidación de esta técnica tan prometedora de animación,
que hasta la fecha no estaba totalmente conseguida. Y además
Spielberg se ha resarcido un poco del desastre de la última película
de Indiana Jones encontrando un héroe que en La calavera de cristal no existió.
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Para
los profanos en este mundillo, la técnica de captura de movimiento
no es animación en si misma. Se eligen actores y se rueda con ellos
en un croma, guardando sus movimientos para insertárselos después
al personaje (como en aquel episodio de Los Simpsons).
Tras ver Beowulf,
parecía que esta técnica o se mejoraba mucho, o no iba a ningún
lado, y quizás Spielberg haya dado con la tecla.
Esa
tecla puede ser el intentar que los personajes no tengan porque
parecerse forzosamente a los actores que lo interpretan. En
Tintín vemos a la pareja de
moda del humor británico, Simon Pegg y Nick Frost, interpretando a
los agentes de la Interpol Hernández y Fernández, que como se puede
ver, no tienen nada que ver. Pero también ayuda tener a Peter Jackson produciendo junto al propio Spielberg. Jackson ya utilizó
esta técnica con King Kong
y Gollum en El señor de los anillos, con un éxito relativo.
Centrándonos
propiamente en la película, es sorprendentemente buena. Hay que
avisar que el aquí escribiente no es para nada fan de Tintín, y
salí de la sala del cine muy satisfecho. Spielberg le ha dado una
vuelta de tuerca al personaje, convirtiéndolo más en un aventurero
que en un investigador. El secreto del Unicornio
está llena de acción por todas partes, y quizás, a veces peca un
poco de eso. Con tal de acelerar la acción, entra en una espiral
de explicaciones banas al desarrollo de la historia.
El borrachín de Haddock es el mejor de toda la película |
Pero
da lo mismo, una vez que ves la primera escena de acción, sólo
quieres más. La escena de persecución en Marruecos es de lo mejor
que he visto desde hace mucho en una sala de cine. También es útil
una historia con fundamento, y para eso, el director americano ha
mezclado tres cómics: El
cangrejo de las pinzas de oro, El secreto del Unicornio y
El tesoro de Rackham el Rojo.
Con
este recurso soluciona el problema de como conoce al Capitán Haddock
(el mejor de la película sin duda) y logra un argumento
sobresaliente. Además, la
explicación de la trama es brutal. Se utilizan una serie de
flashbacks que transportan la película a una batalla naval que no se
ve ni en Piratas del Caribe.
Pero este recurso también tiene su parte negativa. La historia no
queda resuelta y tendrá una segunda parte con un final muy abierto, un tipo de conclusión que no me gusta.
No
todo es bueno, como se puede ver. Hay dos detalles más que no me
terminan de encajar. La aportación de Hernández y Fernández es
totalmente innecesaria, y la subtrama del carterista no tiene apenas
sentido. Es un buen recurso para explicar algunas cosas, pero queda
la sensación que estos dos personajes podrían ser más
aprovechados.
Otro
detalle importante es el público al que va dirigido la película. No
sé si catalogar esta circunstancia como buena o mala, pero es que es
una película demasiado infantil para los adultos y demasiado adulta
para los niños. Se queda un poco en tierra de nadie, aunque los más
adultos sí la podrían disfrutar más por las escenas de acción.
Está bastante concebida para que los niños se acerquen a este
personaje, pero no termina de cuajar entre los más pequeños.
Y aquí es cuando Tintín y Haddock se enteraron del gol de Iniesta |
El
resultado es un Tintín que no es el de los comics, pero que ojalá
la fuera. Personalmente, al salir de la sala de cine, me entraron
ganas de leerme alguna historieta, pero después acabé recordando
los comics y los dibujos animados y se me quitaron. Y a Milú...
¡como odio a Milú! Y por cierto, un sobresaliente para los títulos de crédito, inspirados en las muchas y más míticas aventuras del cómic y muy basada en Atrápame si puedes.
LO
MEJOR: Encontrar al Spielberg que se esperaba en Indiana Jones. La
acción que transpira esta película está al nivel de lo que se
espera en una cinta dirigida por él y también producido por el
mismo Steven junto a Peter Jackson. Sin duda hay que quedarse con la
persecución de Marruecos y la historia de los barcos
LO
PEOR: Ese final tan abierto y sobre todo, el no quedar segmentado su
público. Ni los niños la disfrutan como deberían ni lo adultos
tampoco.
NOTA:
IMDB: 7,9. Filmaffinity: 7,6. PyP: 7,5. Un notable golpe en la mesa
de Spielberg, que demuestra dominar algo en lo que todavía no había
destacado: la captura de movimientos. Ahora sólo queda saber si para
la segunda parte volverá a dirigir o le cederá el testigo a Peter
Jackson. Y quien me iba a decir a mí que iba a decir esto...
¡esperaremos ansiosos a la segunda parte!