13 febrero 2011

Road to the Oscars 2011. Crítica: Los chicos están bien


Hay veces que encuentras nominadas al Oscar que no sabes que hacen ahí. Y más desde que son 10 las nominadas. Quizás esto sirva para meter entre las candidatas a películas por compromiso, que saben que no ganarán, pero queda bien meterlas entre las finalistas. Y este puede ser el caso de Los chicos están bien.


La directora Lisa Chodolenko convierte uno de sus principales fallos en una gran virtud. Esta cineasta está especializada en el cine gay, más bien en el lésbico. Las parejas lesbianas son habituales en sus obras, y en esta concretamente, ha conseguido que esta situación se tome de una forma totalmente normal, es decir que toma a esta pareja de mujeres como la excusa para contar la historia, sin ser ellas la historia.

Esta pareja, formada por Nic (Annette Bening) y Jules (Julianne Moore), tiene dos hijos: Joni (Mia Wasikowska), de 18 años y a punto de entrar en la universidad; y en un momento de inspiración divina con su nombre, Láser (Josh Hutcherson) de 15 años. Cada uno fue engendrado por una madre diferente, pero por el mismo donante de esperma. La vida de esta familia iba muy bien, hasta que la curiosidad de Láser por conocer al donante se manifiesta.

La pareja formada por Nic y Jules, muy bien avenida al principio
Joni aprovecha que cumplió la mayoría de edad para interesarse en el donante (Mark Ruffalo) en la clínica de inseminación por petición de su hermano, y este acepta conocer a los muchachos. A partir de ahí, Paul entra de lleno en la vida de esta peculiar familia, creando distintas reacciones entre sus miembros. A Joni le fascinó, a Láser le decepcionó al principio un poco, a Jules le cayó muy bien, y a Nic le pareció mala idea que se involucrara tanto ya que notaba que le robaba la familia.

El personaje de Ruffalo es el desencadenante de toda la trama, pero realmente es el menos desarrollado de la película. En el comienzo parece que Paul puede tener una buena historia, pero se queda estancando. Se centran más en la evolución de la familia tras conocer a ese agente extraño que es el donante de semen.

Antes ya lo dije, hay películas que no se como están nominadas, pero se puede entender su candidatura porque son diez las que optan a la estatuilla. Pero el caso de Annette Bening es muy sorprendente. De las tres chicas de la película, es la actuación que más desapercibido pasa. Julianne Moore está bien, en su línea, ni mejor ni peor, y Mia Wasikowska está muy bien, demostrando que pese a su juventud e inexperiencia, lo que prometía en Alicia en el país de las maravillas no era casualidad. Mia me parece que en un futuro puede ser una de las más valoradas de Hollywood.

Mia Wasikowska y Josh Hutcherson, una tan bueno y otro tan... normal
El personaje de Láser es bastante insulso. Parecía que la relación con su amigo Clay, el típico chico conflictivo, podía dar más juego, pero, como en el caso de Paul, queda sin explotar. Parece que a mitad de película, los que desarrollan la trama, que son los hijos y el donante, quedan un poco desplazados, menos Joni, que gracias a la la buena de Mia Wasikowska, no puede pasar desapercibido. Paul sigue siendo importante, pero su personaje no se desarrolla, mientras que Jules y Nic se echan todo el peso del film

LO MEJOR: La normalidad con que se trata a la pareja gay. Esta variante de familia deja de ser la protagonista de la película para ser solo una variante. Pero sobre todo, lo que destaca en mi opinión de esta película es Mia Wasikowska. Cada día mejor.
LO PEOR: Ese aire indie que se le quiere dar. Puede que la película sea independiente, pero el querer demostrarlo constantemente consigue una imagen poco favorable.
NOTA: IMDB: 7,3. Filmaffinity: 6,8. Partido y Peli: 6. Es una buena película. Con un buen ritmo que no decae, y es entretenida. Pero ya está. Pienso que no es para estar nominada al Oscar. Parece que como con el cine inglés, el toque indie tiene que estar siempre presente. 



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