El oeste mola. Hay disparos, armas antiguas, malos modales, zarzaparrilla, vaqueros y hace calor. Marge Simpson dijo una frase en un episodio de la su serie con mucha razón: “El western es un género que tiene que volver”. Y le doy toda la razón. Aquí está Valor de Ley.
Los hermanos Ethan y Joel Coen se adentran por primera vez en el viejo oeste. Lo hacen con un remake, de Valor de Ley de 1969, y que le valió el Oscar a John Wayne. A los Coen les gustan los retos y no podían dejar escapar la oportunidad de ponerse detrás de las cámaras de un western como este. Y para asegurarse el éxito, se rodearon de grandes nombres, como Jeff Bridges, Matt Damon o un renacido Josh Brolin.
La historia cuenta como Tom Chaney (Josh Brolin) mata vilmente al padre de Mattie Ross (Hailee Steinfeld). Chaney huye y Mattie quiere venganza. En su pueblo le aseguran que los alguaciles no podrían hacer nada porque Chaney es el último en una larga lista de forajidos, así que se tiene que buscar la vida para encontrar alguaciles que acepten una recompensa.
Mattie contrata a Rooster Cogburn (Jeff Bridges), un viejo alguacil con poca moralidad, pocos modales y pocos ojos. La niña también encuentra a otra persona dispuesta a coger a Chaney. Es el ranger de Texas LaBoeuf (Matt Damon), que le lleva persiguiendo varios meses por crímenes cometidos en el estado sureño. Pero a Mattie el trato no le convencía ya que sería ajusticiado en Texas y no en su pueblo, por lo que descartó su ayuda.
Contratado y contratante buscando a Chaney |
Fotografía excelente, ambientación muy buena y un ritmo bastante acertado. Valor de Ley es un soplo de aire fresco en el mundo del western, pero aún así, sales del visionado de la película con la sensación de que se podría haber aprovechado mucho más. No sabes si estás viendo una cinta de aventuras, una comedia o un drama. No termina de definirse. Además, el desarrollo de los personajes se queda plano, salvo en el caso de Cogburn que aunque poco, si evoluciona.
Sin lugar a duda, lo mejor de Valor de Ley es Jeff Bridges. Una vez más demuestra que su calidad como actor es indudable. Ya conocía a los Coen de El gran Lebowsky y la química existía. Además, el papel de Cogburn le venía como anillo al dedo. Sin duda, la academia del cine americana ha vuelto a meter la pata al premiar a Bridges por un papel (Corazón rebelde) que no fue tan bueno como otros.
Lastima que no exista la categoría de actriz revelación en los Oscars, porque Hailee Steinfield se hubiera llevado el galardón de calle. También es una lastima que el doblaje en español se cargue la brillante actuación de la chica de tan solo 14 años. Steinfield lleva el peso de la película, siendo la narradora y el eje conductor, y lo hace sin resentirse. Con un look a lo Miércoles Adams, muestra la templanza y el valor que su personaje necesita.
Matt Damon con bigote... ¡lo que me faltaba por ver! |
LO MEJOR: Principalmente, Jeff Bridges, haciendo de vaquero de los antiguos, de los respetables. Más genéricamente, que el western vuelva al cine poco a poco.
LO PEOR: La sensación de que la historia podría haber dado para más. Muchas cosas pasan porque sí, y dejan a los personajes sin evolucionar, detalle que hubiera dado más color a la cinta
NOTA: IMDB: 8,1. Filmaffinity: 7,3. Partido y Peli: 7. Buena película, en la línea de los Coen, pero en esa misma. Virtud y defecto a la vez. Pero las grandes actuaciones de Bridges y Steinfield elevan a la cinta al notable. Y buena labor la de los directores, una dirección excelente desde luego.
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